El regalo de una Brujita

<Hay dos cosas bien puntuales. La primera habla de la inocencia, tú sabes que los niños tienen esa cualidad, pero al pasar de los años se transforma muchas veces en miedo y desconfianza con la vida o las personas. Ahora que estás más adulta puede que desees volver a sentir el gozo, confianza y asombro con el mundo como antes. O que algo te haya decepcionado y te cuestiones si se puede seguir siendo inocente después de eso. La respuesta es: claro que puedes permanecer en ese estado!, pero ahora sabiendo que se trata de tu propia elección. Vale decir, vive lo que está ocurriendo, acepta los cambios y esta vez serás más sabia, más madura y no por eso menos inocente. Lo otro, a veces todo parece repetitivo y aburrido ¿cierto?. Trata de sentirte a gusto con cada pequeña cosa que hagas durante el día, pronto se convertirá en un hábito positivo. Puede ser qué pienses dónde está tu “casa”?. Qué es la casa para ti. Un techo y cuatro paredes? Dónde están las personas que quieres?. Dónde te sientes protegida?. Piénsalo. Puede ser que la “casa” no esté donde tú deseas actualmente. Sin embargo, la casa eres tú misma, es como la caparazón de las tortugas… imagínate que la puedes llevar a todas partes!. Durante este tiempo ve un poco más despacio, porque cualquier ilusión, expectativa que hayas tenido y se está disolviendo es lo mejor para ti. Descansa.